miércoles, 26 de diciembre de 2012

Navidades siniestras..

Hay tantos estruendos de cometas y fuegos de artificio, tantas guirnaldas de focos de colores, tantos pavos inocentes degollados y tantas angustias de dinero para quedar bien por encima de nuestros recursos reales que uno se pregunta si a alguien le queda un instante para darse cuenta de que semejante despelote es para celebrar el cumpleaños de un niño que nació hace 2.000 años en una caballeriza de miseria, a poca distancia de donde había nacido, unos mil años antes, el rey David. 954 millones de cristianos creen que ese niño era Dios encarnado, pero muchos lo celebran como si en realidad no lo creyeran. Lo celebran además muchos millones que no lo han creído nunca, pero les gusta la parranda, y muchos otros que estarían dispuestos a voltear el mundo al revés para que nadie lo siguiera creyendo. Sería interesante averiguar cuántos de ellos creen también en el fondo de su alma que la Navidad de ahora es una fiesta abominable, y no se atreven a decirlo por un prejuicio que ya no es religioso sino social.Lo más grave de todo es el desastre cultural que estas Navidades pervertidas están causando en América Latina. Antes, cuando sólo teníamos costumbres heredadas de España, los pesebres domésticos eran prodigios de imaginación familiar. El niño Dios era más grande que el buey, las casitas encaramadas en las colinas eran más grandes que la virgen, y nadie se fijaba en anacronismos: el paisaje de Belén era completado con un tren de cuerda, con un pato de peluche más grande que Un león que nadaba en el espejo de la sala, o con un agente de tránsito que dirigía un rebaño de corderos en una esquina de Jerusalén. Encima de todo se ponía una estrella de papel dorado con una bombilla en el centro, y un rayo de seda amarilla que había de indicar a los Reyes Magos el camino de la salvación. El resultado era más bien feo, pero se parecía a nosotros, y desde luego era mejor que tantos cuadros primitivos mal copiados del aduanero Rousseau.

La mistificación empezó con la costumbre de que los juguetes no los trajeran los Reyes Magos -como sucede en España con toda razón-, sino el niño Dios. Los niños nos acostábamos más temprano para que los regalos llegaran pronto, y éramos felices oyendo las mentiras poéticas de los adultos. Sin embargo, yo no tenía más de cinco años cuando alguien en mi casa decidió que ya era tiempo de revelarme la verdad. Fue una desilusión no sólo porque yo creía de veras que era el niño Dios quien traía los juguetes, sino también porque hubiera querido seguir creyéndolo. Además, por pura lógica de adulto, pensé entonces que también los otros misterios católicos eran inventados por los padres para entretener a los niños, y me quedé en el limbo. Aquel día como decían los maestros jesuitas en la escuela primaria- perdía la inocencia, pues descubrí que tampoco a los niños los traían las cigüeñas de París, que es algo que todavía me gustaría seguir creyendo para pensar más en el amor y menos en la píldora.

Todo aquello cambió en los últimos treinta años, mediante una operación comercial de proporciones mundiales que es al mismo tiempo una devastadora agresión cultural. El niño Dios fue destronado por el Santa Claus de los gringos y los ingleses, que es el mismo Papa Noél de los franceses, y a quienes todos conocemos demasiado. Nos llegó con todo: el trineo tirado por un alce, y el abeto cargado de juguetes bajo una fantástica tempestad denieve. En realidad, este usurpador con nariz de cervecero no es otro que el buen san Nicolás, un santo al que yo quiero mucho porque es el de mi abuelo el coronel, pero que no tiene nada que ver con la Navidad, y mucho menos con la Nochebuena tropical de la América Latina. Según la leyenda nórdica, san Nicolás reconstruyó y revivió a varios escolares que un oso había descuartizado en la nieve, y por eso le proclamaron el patrón de los niños. Pero su fiesta se celebra el 6 de diciembre y no el 25. La leyenda se volvió institucional en las provincias germanicas del Norte a fines del siglo XVIII, junto con el árbol de losjuguetes. y hace poco más de cien anos pasó a Gran Bretaña y Francia. Luego pasó a Estados Unidos, y éstos nos lo mandaron para América Latina, con toda una cultura de contrabando: la nieve artificial, las candilejas de colores, el pavo relleno, y estos quince días de consumismo frenético al que muy pocos nos atrevemos a escapar. Con todo, tal vez lo más siniestro de estas Navidades de consumo sea la estética miserable que trajeron consigo: esas tarjetas postales indigentes, esas ristras de foquitos de colores, esas campanitas de vidrio, esas coronas de muérdago colgadas en el umbral, esas canciones de retrasados mentales que son los villancicos traducídos del inglés; y tantas otras estupideces gloriosas para las cuales ni siquiera valía la pena de haber inventado la electricidad.

Todo eso, en torno a la fiesta más espantosa del año. Una noche infernal en que los niños no pueden dormir con la casa llena de borrachos que se equivocan de puerta buscando dónde desaguar, o persiguiendo a la esposa de otro que acaso tuvo la buena suerte de quedarse dormido en la sala. Mentira: no es una noche de paz y de amor, sino todo lo contrario. Es la ocasión solemne de la gente que no se quiere. La oportunidad providencial de salir por fin de los compromisos aplazados por indeseables: la invitación al pobre ciego que nadie invita, a la prima Isabel que se quedó viuda hace quince años, a la abuela paralítica que nadie se atreve a mostrar. Es la alegría por decreto, el cariño por lástima, el momento de regalar porque nos regalan, o para que nos regalen, y de llorar en público sin dar explicaciones. Es la hora feliz de que los invitados se beban todo lo que sobró de la Navidad anterior: la crema de menta, el licor de chocolate, el vino de plátano. No es raro, como sucede a menudo, que la fiesta termine a tiros. Ni es raro tampoco que los niños -viendo tantas cosas atroces- terminen por creer de veras que el niño Jesús no nació en Belén, sino en Estados Unidos.

Gabriel Garcia Marquez

domingo, 9 de diciembre de 2012

La salud y las emociones...

¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende.
En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.

¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional.
Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas.
El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.

¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Hay que cuidarse.
Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.

¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.

¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.

¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.

¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno. Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.

¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.
¡Qué difícil! Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.

¿Cómo prevenir la enfermedad?
Somos creadores de la enfermedad, así que la forma de prevenirla es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.

¿ Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más. Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida. Cada vez más personas sufren ansiedad. La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.

¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera.
La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el "debería ser", y no somos ni lo uno ni lo otro.
El estrés es otro de los males de nuestra época. El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar. Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie.
El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.

¿Qué se recomienda para sentirnos mejor con nosotros mismos?
La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior.
Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.

¿Qué es la felicidad?
Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.
Vivir el Presente

¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo?
Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. La felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.

¿Tan confundidos estamos?
Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.

¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora.
El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena. En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil. Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama.
Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor. pero no es por amor, es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad. Pero a veces nos sentimos atados a un amor. Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego. Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.

¿Cual es el consejo para alcanzar el amor verdadero?
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate.. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti. La clave entonces es amarse a sí mismo. Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro. Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.



Entrevista al Dr. Jorge Carvajal
Médico Cirujano de la Universidad de Andalucía - España
Pionero de la Medicina Bioenergética
10 de Marzo de 2009

sábado, 28 de abril de 2012

La gente que me gusta...

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.
La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.
Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.
 Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
 Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.
 Me gusta la gente que posee sentido de la justicia. A estos los llamo mis amigos.
 Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor.
La gente que nunca deja de ser aniñada.
 Me gusta la gente que con su energía, contagia.
 Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.
 Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
 Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo.
La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
 La gente que lucha contra adversidades.
 Me gusta la gente que busca soluciones.
 Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.
 Me gusta la gente que tiene personalidad.
 Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
 La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.
 Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

Mario Benedetti

martes, 27 de marzo de 2012

"La felicidad es hacer lo que se desea y desear lo que se hace. 
No sueñes tu vida, vive tus sueños."

miércoles, 11 de enero de 2012


Nos hicieron creer que el "gran amor" sólo sucede una vez,
generalmente antes de los 30 años.
No nos contaron que el amor no es accionado,
ni llega en un momento determinado.
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja,
y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.
No nos contaron que ya nacemos enteros,
que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta.
Las personas crecen a través de la gente.
Y si estamos en buena compañía es más agradable.
Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno"
dos personas pensando igual, actuando igual...
que era eso lo que funcionaba.
No nos contaron que eso tiene un nombre: anulación.
Que sólo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.
Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio
y que los deseos fuera de término,deben ser reprimidos.
Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados.
Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz,
la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.
No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas,
frustran a las personas, son alienantes,
y que podemos intentar otras alternativas.
Ah! Tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto,
cada uno lo va a tener que descubrir solo.

Y entonces,
cuando estés "enamorado de ti mismo"
podrás ser feliz y te enamorarás de alguien.
Vivimos en un mundo,
donde nos escondemos para hacer el amor,
aunque la violencia se practica a plena luz del día...

John Lennon.

domingo, 29 de mayo de 2011


"La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas."

Karl Marx

jueves, 21 de abril de 2011


"La gloria del mundo es transitoria, y no es ella la que nos da la dimensión de nuestra vida, sino la elección que hacemos de seguir nuestra Leyenda Personal, tener fé en nuestras utopías y luchar por nuestros sueños."

viernes, 8 de abril de 2011


"Por cada minuto que pasas enojado pierdes sesenta segundos de felicidad"

Albert Einstein

jueves, 24 de marzo de 2011

Nunca más!


El miedo seca la boca, moja las manos y mutila. El miedo de saber nos condena a la ignorancia; el miedo de hacer nos conduce a la impotencia. La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de amnesia;pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que pueda ocultar la basura de la memoria.

Eduardo Galeano.

martes, 8 de marzo de 2011

Feliz día de la mujer!

                                        
Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies,
sino aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz.
Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo,
es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos, ni más cargos académicos,
es aquella que sacrifica su sueño temporalmente por hacer felices a los demás.
Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia,
es aquella mujer firme de carácter que puede decir "NO"

Gabriel García Marquez.

miércoles, 2 de febrero de 2011


"Lejos de la perfección, se avanza al caminar cuando se tiene ilusión."

lunes, 3 de enero de 2011

Nosotros..

Nosotros tenemos la alegría de nuestras alegrías, y también tenemos la alegría de nuestros dolores. Porque no nos interesa la vida indolora que la civilización del consumo vende en los supermercados. Y estamos orgullosos del precio de tanto dolor que por tanto amor pagamos.
Nosotros tenemos la alegría de nuestros errores, tropezones que muestran la pasión de andar y el amor al camino. Tenemos la alegría de nuestras derrotas, porque la lucha por la justicia y la belleza valen la pena también cuando se pierde.
Y sobre todo tenemos la alegría de nuestras esperanzas en plena moda del desencanto. Cuando el desencanto se ha convertido en artículo de consumo masivo y universal, nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano.
Eduardo Galeano.



sábado, 18 de diciembre de 2010

Soñar para vivir..


"No hay sensación que dé mas placer que la del deseo de un sueño por cumplir"

miércoles, 15 de diciembre de 2010

La autoestima..

Como su nombre lo indica, autoestima significa la capacidad de evaluarse o valorarse a si mismo.
Sin embargo hay que aclarar lo siguiente: No es autoestima pensar que soy alto, rubio y de ojos celestes. Eso es un delirio. No es tener la autoestima alta pensar que yo soy lo que no soy. La autoestima consiste en que soy lo que verdaderamente soy.
Tener la autoestima puesta en su lugar es saber que hay aspectos en los que tengo ciertas capacidades y otros en los que no las tengo. Y donde no tengo mis capacidades, ¿saben que tengo? mis discapacidades. Las mias y las de todos. Porque, aunque nos guste o no, de alguna forma y en alguna medida todos somos discapacitados.
El problema de la autoestima comienza con la idea de que seria mejor que yo no fuera como realmente soy. En otras palabras, que bueno seria que yo tuviera capacidades donde tengo incapacidades, que yo supiera lo que no se. En definitiva, que bueno que seria que yo me pareciera mas a lo que los demas esperan que yo sea.
Me parece barbaro que yoi quiera rellenar este hueco de mi incapacidad capacitandome. Pero que esto sea porque yo lo quiero hacer, no a partir de un reclamo de los demas.
Es correcto que uno quiera seguir creciendo, tener ganas de saber mas, tener el deseo de cubrir las propias incapacidades con conocimiento, crecimiento y desarrollo. Pero no hay que perder de vista la trampa sutil, no tan constructiva, que trasunta detras de esta concepcion: un circuito que empieza con nuestra idea de "deber ser".
Todos tenemos un "Yo ideal", la que tus padres o tios o maestros te dijeron que deberias ser. Otro que sentira que deberia ser el tipo que su religion le señalo que seria correcto que fuera. En fin, un "Yo ideal", un "Yo sublime". Pero tambien se que hay un "Yo real", no el que deberia ser, sino el que soy. Este concepto es generador de conflicto. Me fastidia tomar conciencia del déficit, que es el resultado de restarle al yo ideal el yo real. Cuanto mas voluminoso es el resultado de esa comparacion, mas conflictiva es la conciencia del déficit. Sea como fuere, esa conciencia empuja en mi una decision: la desición de cambiar.
Para sostener esta decision cuento con mi "autoexigencia" que me rercordara todo el tiempo que "lo que cuesta, vale" Y entonces me esfuerzo por cambiar; por ser como se debe. Tarde o temprano me doy cuenta que de que por mucho que me esmere, no consigo ser el "jorge ideal". Tomo conciencia de que no puedo ser "como deberia". Y entonces me frustro. Me siento un fracasado. De ahi en mas elk resultado es previsible: la autoexigencia, sumada al esfuerzo en vano mas la continua frustracion del fracaso, terminan por agotar mi deseo, mi energia, y mi voluntad de hacer. Esta situacion en psiquiatria se conoce como "depresión". Y uno de los sintomas de estas depresiones es la brutal caida del autoestima.
Como es esperable, la caida del autoestima termina deteriorando la imagen que tengo de mi mismo, con lo cual aumentaaun mas la distancia que hay entre el yo ideal y el yo real. Esto produce mas conciencia de deficit, mas autoexigencia, mas esfuerzo, etc, etc. Esto es un circulo vicioso, un callejon sin salida, un mecanismo neurotico por excelencia.
Por lo tanto si yo quiero escapar de este callejon, y lo mas probable es que este apurado por salirme de este circulo, lo que debo hacer es deshacerme de la idea de un "yo ideal". Porque si yo cancelo la idea de que debo ser de una manera determinada, el "yo ideal" se desvanece. Solo queda el "yo real", esto es, "el que soy". Y si no hay con que comparar no hay conciencia de deficit, no hay necesidad de autoexigencia ni de esfuerzo. Sin estos dos mecanismos de autotortura, la autoestima FLORECE. Esto, por supuesto, mejora la imagen que tengo de mi mismo y, en consecuencia, me pone en las mejores condiciones para que salga el mas iluminado de mis Yos interiores, el que realmente me acompañara en mi camino de desarrollo personal.
Veamos. La autoestima es, etomologicamente, considerarse a si mismo alguien valioso; porque recuerden que estimar significa evaluar, mas alla de lo que se supone que uno deberia ser o deberia no ser; esto es, reconocer el valor que uno tiene. Es importante que uno se sienta valioso, mas alla de las cosas que me falta aprender, mas alla de mis incapacidades, independientemente de lo que mi esposa dice que quisera de mi, de lo que mis amigos pretenden de mi, de lo que la sociedad en la que vivo necesita de mi, mas alla de de lo que algun otro le gustaria que yo fuera, o de lo que le convendria que hubiese sido.
Solo si me siento valioso de ser comos soy, puedo aceptarme, puedo ser autentico, puedo ser verdadero.
Ser autenticamente quien soy. Es la idea del concepto de autoaceptacion. Aceptarse es uno de los desafios de la salud, y significa: no pelearme conmigo mismo por ser como soy, no estar enojado por no ser como los otros quieren que yo sea, no castigarme por no ser como a los demas le gustaria. Y de paso, mas de una vez, no ser como los otros esperan que uno sea es lo mejor que podria estar pasando. Porque "que al otro no le gusto asi" no es una buena razon para trabajar una modificacion interna.
El peligro es que no se nos filtre por alli el mandato de que hay que ser de una determinada manera para ser valioso. Para serlo verdaderamente, lo primero es ser exacta y exclusivamente COMO SOY.
Cuando la autoestima esta funcionando, yo me sé verdadero, me acepto a mi mismo y me sé libre. Pero en este caso, referido a la autoestima, la libertad de la cual hablamos esta vinculada a una palabrita muy intersante que es "autonomía".
Autónomo es aquel que es capaz de fijar sus propias normas, aquel que decide por si mismo que es bueno y que es malo para sí. Autónomo es alguien que a renunciado a vivir su vida haciendo encuesta permanente. Autónomo es entonces, quien sea capaz de estructurar sus normas de acuerdo a su propia moral y a sus propios criterios.
Ser limitante es sentirse respetable. Darse a uno mismo un lugar y establecer desde alli el respeto a los demas.
Debo establecer los limites del espacio que ocupo. Debo defender que hay lugares reales (mi cuarto, mi placard, mi cajon del escritorio, mi correspondencia, mis bolsillos) y lugares virtuales (mi vida, mi historia, mis emociones,mi relacion con mi familia, mi ideologia, mis proyectos, mi fe) que me pertenecen a mi "exclusividad"
Son "mis" espacios. Y hay algunas cosas que el otro podria hacer respecto a ellos: dar su opinion,preguntar, disentir, cuestionar, y hasta actuar en oposicion; pero es mi responsabilidad hacerle saber que solo podra meterse en estos espacios, cuando yo lo "autorice", hasta donde yo "quiera", y de la manera en que yo lo "permita", porque por eso los llamamos "mis" espacios.
Saber poner limites es algo que adquiere importancia especificamente con las personas que mas queremos. Sobre todo con esas personas que amamos. Porque con la gente con la que no me involucro demasiado en general no piensa en invadirme.
Y no hace falta ser agresivo para poner un limite. Es mas, se puede ser muy amoroso y cortes.
Las personas que ponen limites brutales lo hacen porque no saben poner limites amorosos. Aguantan, aguantan y aguantan... hasta que un dia, no aguantan mas y entonces se enojan, estallan y quieren romper con todo. Con esa actitud no se consigue establecer limites, solo se consigue demostrar que no se sabe ponerlos, pero tampoco se esta dispuesto a renunciar a ellos.
Todo esto se relaciona con el autorespeto y recien entonces con la capacidad de imponer respeto en los vinculos con la gente, especialmente con los que mas nos quieren. "No hay nada mas cercano al amor que el respeto mutuo a los espacios privados".
Volviendo al tema de la autoestima, para que esta este preservada, hace falta tambien que yo me sienta ORGULLOSO de quien soy, que me sienta verdaderamente contento y conforme conmigo.
Dicho de otra manera, autoestima implica ser capaz de tamaña aceptacion de mi mismo, que no solo acepte yo mis virtudes y mis defectos, sino que, ademas, pueda sentirme orgullosode estos y aquellos.
Repito, ser conciente de las propias incapacidades no alcanza, yo hablo de sentirse orgulloso de tenerlas, de alegrarse de la ser la sumatoria y combinacion de las capacidades e incapacidades de cada uno.
Apenas empiezo mi camino de crecimiento personal, de lo primero que me doy cuenta es de que todo aquello de lo que carezco, y todoeso que me sobra, todo, conforma la persona que soy; y por lo tanto,si estoy contento de ser, si estoy satisfecho conmigo, terminare orgulloso de ser el que soy.
Parte de la autoestima significa saberse tan digno de recibir, como para permitirse aceptar de la vida lo que esta nos concede.
Asi que deberas aceptar como alimento todo lo nutritivo que el afuera te brinde sabiendo que todo eso te pertenece, porque, aunque no sepas como, TE LO GANASTE!
En suma, tener una buena autoestima significa ser verdaderamente quien soy, autonomo, capaz de poner limites, orgulloso de quien soy y, por ultimo, absolutamente abierto a recibir del universo lo que me he ganado.
Jorge Bucay.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Palabras más, palabras menos..

Las palabras provocan y movilizan. Las palabras son pensamientos que se convierten en acción.
¿De qué sirven las palabras si uno las dice y nadie del otro lado las recibe? Ninguno, porque sin receptor una palabra no tiene sentido.
Sin palabras no hay silencios y sin silencios no hay palabras. Uno necesita del otro para provocar una reacción.
A diario, y en todo lo que hacemos, necesitamos del lenguaje para poder comunicarnos y la palabra es el eje que nos une con los demás.
Al finalizar el día, hay cosas de las que no podemos evitar hablar. Cosas que no queremos oír, cosas que decimos porque no podemos callárnoslas más. Hay cosas que son más de lo que decimos, son lo que hacemos. Cosas que nos guardamos para nosotros mismos. Y, no siempre, pero de vez en cuando, cosas que simplemente hablan por sí solas.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero cuando una palabra tiene valor puede contener mil imágenes.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Errar y racionalizar..


Los errores tienen casi siempre un carácter sagrado. Nunca intentéis corregirlos. Al contrario: lo que procede es racionalizarlos, compenetrarse con aquellos integralmente. Después, os será posible subliminarlos. 
Salvador Dalí.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Querer es luchar y poder..

Sentir que no podemos lograr eso que queremos genera vergüenza y dolor.
Sentir envidia es creer que uno tiene un derecho, que la vida nos debe algo y que es injusto que se nos niegue.
Pero la vida no nos debe nada, tenemos lo que podemos. Y por todo lo que nos falta hay que luchar.

martes, 12 de octubre de 2010

12 de octubre..

"El otrocidio"
El 12 de octubre de 1492, el Capitalismo descubrió América.
Cristóbal Colón, financiado por los reyes de España y los banqueros de Génova, trajo la novedad a las islas del mar Caribe. En su diario del Descubrimiento, el Almirante escribió 139 veces la palabra oro y 51 veces la palabra Dios o Nuestro Señor. Él no podía cansar los ojos de ver tanta lindeza en aquellas playas, y el 27 de noviembre profetizó: Tendrá toda la cristiandad negocio en ellas. Y en eso no se equivocó. Colón creyó que Haití era Japón y que Cuba era China, y creyó que los habitantes de China y Japón eran indios de la India; pero en eso no se equivocó.
Al cabo de cinco siglos de negocio de toda la cristiandad, ha sido aniquilada una tercera parte de las selvas americanas, está yerma mucha tierra que fue fértil y más de la mitad de la población come salteado. Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad diferente. Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser. Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se cumplen en nombre del dios del Progreso. Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América posible. América, ciega de racismo, no las ve.

Eduardo Galeano.

viernes, 1 de octubre de 2010

Todos por un mundo feliz!

Un mundo feliz, hoy en día es una bella utopía.
Vivimos rodeados de hambre, vivimos rodeados de miseria, vivimos rodeados de muerte, vivimos rodeados de desamor. Vivimos rodeados de un mundo infeliz.
Nuestros ojos estan cerrados, indiferentes.
Nuestras bocas estan cerradas, sin libertad.
Nuestros oidos estan sordos, incapaces de escuchar a quien nos necesita.
Nuestras manos estan atadas, cohibidas de ayudar, de dar, de acariciar el suave susurro de la felicidad.
Vivimos en un mundo infeliz, y no nos damos cuenta de que la utopía se puede hacer realidad, solo si abrimos nuestros ojos y vemos la realidad, la maldita realidad, el maldito hambre, la maldita miseria, la maldita muerte y la maldita indiferencia.
Solo si abrimos nuestras bocas y gritamos al mundo entero el inconformismo.
Solo si despertamos de ese sueño, solo si utilizamos nuestras manos no para dañar, robar, romper, apretar, oprimir, matar, asesinar, exterminar, quitar, perjudicar, damnificar, arruinar, usurpar, estropear, averiar, tiranizar, subyugar, esclavizar y agoviar.
Solo si edificamos la utopía, la bella utipía de la paz, la bella utopía del amor y del bienestar.
Vivimos en un mundo donde lo tenemos pero no nos dan nada, donde no existen las necesidades ¡¡¡ NO EXISTEN !!! Nos las han impuesto, las hemos creado.
Vivimos en un mundo donde la felicidad se representa con caritas felices =) Mas no con alegrías y sonrisas dadas.
Donde el hambre es prohibida por nuestra bella madre naturaleza pero impuesta por nuestra sociedad, por el sistema, por el gobierno, por la guerra y por el tan delicioso y hermoso dinero.
La muerte no sería mas el producto conflicto ($$$) ni un “simple error”; La muerte sería el final del ciclo natural de la vida, no lo natural de esta vida, si a la libertad ya no la representamos con distancia, sino con pensamientos y acciones.
Sólo así el hambre no será hambre, la mentira no será mentira, la fantasía se hará realidad, la locura será cordura, el amor será unión y de la unión crecerá la paz. Y por fin la bella utopía se hará realidad.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Ser feliz ahora mismo!

La verdad es que no hay mejor momento para ser feliz que "AHORA MISMO"
Si no es ahora ¿Cuándo?
La vida siempre va a estar llena de retos, es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora de todas formas.
No hay un luego, ni un camino para la felicidad, la felicidad es el camino y es AHORA.
Atesorá cada momento que vivís, y atesorálo más porque lo compartiste con alguien especial, tan especial que lo llevás en tu corazon. Y recordá que el tiempo no espera por nadie. Así que dejá de esperar hasta que termines la universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas esos diez kilos, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente "ESTE" para ser feliz.
La felicidad es un trayecto, no un destino.
Trabaja como si no necesitaras dinero, ama como si nunca te hubieran herido, y baila como si nadie te estuviera viendo.