viernes, 22 de enero de 2010

Cerrando círculos..

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó?. Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente revolcándote en los porqués. en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, lo que no, no y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir el hoy con satisfacción.
¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron?
Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Rercuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

Paulo Cohelo

sábado, 16 de enero de 2010

Misterios..

Los misterios son tan seductores, tan atractivos, magnéticos, que se vuelven irresistibles.
Una persona, necesita llegar rápidamente a la verdad, terminar con el misterio, terminar con la incertidumbre, solo por la curiosidad innata de querer saber todo.
Pero hay cosas que se mantienen en el misterio, por una razón, porque aún no estamos preparados para semejante revelación.
Todos los misterios tienen un fin, como finalidad, como propósito.
Y ese fin, es mantener vivo el deseo, las ganas y las esperanzas.
Los misterios van más allá de nuestra comprensión. Vuelan con nuestros pensamientos y se entrelazan con sueños e ideas.
A veces puede resultar peligroso jugar con estas cuestiones, pero no hay nada mas emocionante que estar envuelto en un misterio que nos haga pensar y sentir. Porque principalmente, de eso se trata la vida!

lunes, 11 de enero de 2010

Deseos y pensares..

El deseo es muy poderoso y sagaz.
Siempre encuentra la manera de materializarse.
Todo lo que nos pasa, lo que somos, lo que tenemos, lo que sentimos, existe porque antes lo pensamos.
Nuestra realidad y nuestras emociones son la materialización de lo que alguna vez deseamos y/o pensamos.
En vez de preocuparnos por lo que sentimos, deberíamos preocuparnos por lo que pensamos. Porque una persona no puede elegir que sentir, pero si puede elegir que pensar. Y depende de lo que esa persona elija pensar, es lo que vá a sentir.
El deseo es una fuerza misteriosa.
El deseo es un imán, que nos hace atraer lo que visualizamos, lo bueno y lo malo.
Pero sobre todo.. El deseo es una energía en movimiento que nos obliga a pensar y a tomar decisiones, a hacer un antes y un después con las respuestas.
En la vida.. Visualizar, imaginar, desear con el corazón, pensar y actuar a tiempo, vá configurando nuestra realidad, nos abre el camino, y nos da esperanzas para seguir adelante..
Por eso..
"Cuanto mas simples son tus pensamientos, mas simples son tus sentimientos"

jueves, 7 de enero de 2010

Inauguración del blog!


Paso trás paso,
día trás día,
error trás error,
lección trás lección,
una vida por delante en constante evolución..
Sueños y esperanza,
pasión y deseos,
ideas y proyectos,
una vida por delante,
y un mundo que cada día comienza de nuevo..