lunes, 2 de agosto de 2010

Contradicciones..


En la gran ciudad hay millones de personas que viven, trabajan y buscan la felicidad. Y hoy en día cada vez hay menos matrimonios y gran parte de éstos fracasa en los primeros cinco años. También hay menos parejas y más personas viviendo solas. Sin embargo las encuestas coinciden: el máximo anhelo de la mayoría es encontrar el amor.
¿Por qué entonces si lo que más se desea es ser amado a veces logra todo lo contrario?
¿Es posible que lo que impide encontrar el amor sea justamente nuestra búsqueda desesperada?
¿Será posible que al estar tan ocupados en buscar perdimos la capacidad de encontrar ?
¿Será que buscamos algo que no existe ?
¿Será que vivimos el amor bajo la premisa histérica de deseo tanto y no soy deseado?
Todos somos geminianos, sujetos divididos. Queremos una cosa y somos lo opuesto. El más contenido tiene su cara desatada, y el más bueno su cara bestial. Esa dualidad nos da volumen, no somos planos de una sola cara. Una de esas fuerzas ocultas va a ganar en algún momento, y cuando pase eso se va a definir quiénes somos de verdad. A veces en el acto de odiar amamos, y en el de rechazar deseamos, porque aunque no lo soportemos somos contradictorios.
La contradicción nos mantiene vivos, nos hace avanzar.
Una parte nuestra dice si y la otra no, y en esa contradicción está la vida.

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